Tras la edición 2024 realizada en Buenos Aires, el tradicional encuentro de la Iglesia retoma su sede histórica. Se desarrollará desde hoy y hasta el domingo.
Después de un paréntesis que sorprendió a la comunidad católica marplatense, la Semana Social de la Iglesia regresa a Mar del Plata con una propuesta renovada y un lema que remite directamente al pensamiento del papa Francisco. Con eje en “la amistad social como sueño y camino”, el histórico encuentro que durante cuatro décadas reunió a dirigentes políticos, gremiales, académicos y eclesiásticos en esta ciudad volverá a celebrarse a partir de hoy y hasta el domingo, esta vez en el Hotel Intersur, organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas)
Se abordarán temas como política, trabajo, educación, medioambiente y desarrollo tecnológico, con participación de referentes del ámbito eclesial, social, sindical, empresarial y educativo.
Un espacio de diálogo plural
La Semana Social nació en 1984, en plena recuperación democrática, como una iniciativa de la Iglesia argentina para reflexionar sobre la justicia social, los desafíos del país y el rol de los laicos en la vida pública.
Fue impulsada por obispos como Justo Oscar Laguna (Morón), Rodolfo Bufano (San Justo), Domingo Castagna (San Nicolás) y Alberto Devoto (Goya), entre otros. La elección de Mar del Plata como sede no fue casual: su identidad obrera, su historia de luchas gremiales y su proyección turística nacional la convertían en un lugar ideal para alojar un espacio de diálogo entre sectores diversos.
Con el correr de los años, el encuentro se consolidó como un foro único donde confluían representantes de la política, el sindicalismo, la educación, el empresariado y la Iglesia. Allí se discutieron temas que atravesaron las distintas etapas del país: la pobreza estructural, la exclusión juvenil, el trabajo informal, la educación, el narcotráfico, la trata de personas y el cuidado de la casa común, entre muchos otros.
En 2007, el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio participó como expositor central, dejando una fuerte impronta en la línea pastoral del evento. Desde entonces, muchas de sus ideas sobre “cultura del encuentro”, “fraternidad social” y “opción por los pobres” pasaron a ser ejes transversales del encuentro.
En 2024, por primera vez en casi 40 años, la Semana Social se realizó en la Ciudad de Buenos Aires. La decisión generó sorpresa en Mar del Plata, que había sido anfitriona ininterrumpida del evento. El regreso de este año, entonces, no es solo un retorno simbólico: es también un reconocimiento a la historia de compromiso y hospitalidad de la ciudad.
Un programa con ejes franciscanos
La edición 2025 tendrá como lema elegido “La amistad social como sueño y camino. El legado de Francisco”, en sintonía con las encíclicas Fratelli Tutti y Laudato Si’.
Entre los temas que se tratarán, figuran política y construcción de la amistad social, realidad social leída desde las periferias, pacto educativo para el cuidado de la casa común, economía y trabajo, y tecnología y desarrollo humano integral.
El programa comenzará hoy a las 16 con el acto inaugural, seguido por un conversatorio sobre “Política y construcción de la amistad social”, con la participación del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Daniel Colombo; la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, y el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora. Más tarde, tendrá lugar el conservatorio “Leer la realidad desde las periferias”, con Pablo Vidal (coordinador del área de Desarrollo Humano Integral de Cáritas Argentinas), María Migliore (directora de Integración Socio Productiva de Fundar) y Alejandro Gramajo (secretario general de UTEP).
Mañana habrá paneles temáticos desde la mañana, con foco en el trabajo, el ambiente y la educación. El domingo se dedicará a reflexionar sobre “Francisco y la esperanza”, con un espacio de escucha para las organizaciones participantes y la misa de cierre al mediodía.
En síntesis, la fraternidad, la justicia social, el cuidado del otro y el diálogo intersectorial son parte del ADN de este encuentro, que propone leer la realidad desde las periferias y buscar caminos comunes en un contexto atravesado por la incertidumbre económica y social.
Para Mar del Plata, ciudad profundamente vinculada al trabajo y también golpeada por el desempleo estructural, la vuelta de la Semana Social representa algo más que un gesto: es una oportunidad para volver a ser foro de pensamiento, diálogo y construcción colectiva.